¿Cuáles son para FEDOP los puntos más destacables en el nuevo catálogo común de prestación ortoprotésica en el sistema nacional de salud?
Cabe destacar que el nuevo catálogo común de protésica supone una mejora de la prestación para los usuarios; la actualización era muy necesaria y esperada ya que algunos de los que se estaban aplicando databan de hacía más de 30 años y por lo tanto distaban mucho de estar acorde con la realidad del mercado en cuanto a la tecnología disponible. En este sentido, también señalamos que el Ministerio de Sanidad ha trabajado con la Federación para entender y poder realizar un catálogo tan complejo como el de protésica y consideramos que el resultado ha sido aceptable. Siempre es mejorable, pero no cabe duda que los usuarios de protésica dispondrán con él de un mejor catálogo que el actualmente vigente.
Por otra parte, dicho catálogo tiene una vocación unificadora, eso sí de mínimos, para todo el territorio español, lo cual supone, en principio, mayor equidad; sin embargo, con las competencias de sanidad transferidas, continúan existiendo algunos aspectos pendientes de unificación en los que FEDOP está trabajando.
El nuevo catálogo también nació con el objetivo de renovarse de forma continua para no caer en la obsolescencia, tanto de productos como de importes máximos a financiar, y al respecto proponía un sistema de actualización de productos que, a pesar de las intenciones y desde que se publicó la primera de las dos órdenes que regulan la prestación en enero de 2019, no se ha aplicado, ni siquiera en cuanto a los importes a financiar aún cuando la inflación está disparada en nuestro país. Desde la Federación estamos intentando que la administración entienda la necesidad de cuidar la prestación ortoprotésica para poder ofrecer a los usuarios los mejores productos de cada momento con todos sus avances tecnológicos.
¿Qué aspectos consideráis que quedan pendientes por resolver? ¿El marco legislativo actual es suficiente para garantizar el acceso al material ortoprotésico?
Consideramos que queda pendiente que el catálogo sea un elemento realmente vivo para que incluya productos de máxima innovación, y para ello es necesario que los responsables de la prestación vayan de la mano con el sector, consiguiendo un diálogo fluido y constante con el objetivo de que se comprenda las necesidades de los usuarios de protésica, evitando así que el catálogo se quede obsoleto.
También quedan pendientes de resolver temas de vital importancia para los usuarios:
-Alcanzar un sistema de acceso a la prestación igualitario para todos; el sistema de pago no es igual en las distintas comunidades autónomas que gestionan la prestación ya que en algunas es el paciente quien tiene que adelantar el importe del producto, en otras la administración paga directamente al establecimiento, o incluso en algunos casos se obliga al paciente con pocos recursos a someterse a un complejo sistema de endoso que engloba engorrosas gestiones administrativas que conllevan tiempo y esfuerzo para los usuarios y sus familias.
-Por otra parte, no en todas las comunidades existe la posibilidad de la “mejora o copago evitable”, entendiendo este como la posibilidad de que bajo una prescripción médica de productos no incluidos en la Oferta, los usuarios puedan acceder a aquellos que realmente necesitan para conseguir la mayor inclusión y su mejor calidad de vida posible.
En cuanto al marco legislativo actual, la cartera de servicios de ortopedia se ha actualizado mediante dos órdenes:
-La Orden, SCB/45/2019, de 22 de enero, por la que se modifica el anexo VI del Real Decreto 1030/2006, de 15 de septiembre, por el que se establece la cartera de servicios comunes del Sistema Nacional de Salud y el procedimiento para su actualización, se regula el procedimiento de inclusión, alteración y exclusión de la oferta de productos ortoprotésicos y se determinan los coeficientes de corrección.
-La Orden SND/44/2022, de 27 de enero, por la que se actualiza, en lo relativo al catálogo común de prótesis externas de miembro superior y miembro inferior, ortoprótesis para agenesias, sillas de ruedas, ortesis y productos para la terapia del linfedema.
El problema no es el derecho a la prestación, que queda garantizado, sino el derecho a obtener el mejor producto ortoprotésico que permita al paciente conseguir la mayor autonomía posible. Nos gustaría que nuestro país estuviera a la cabeza de Europa y no a la cola en cuanto a la prestación en ortopedia. Los avances en protésica son exponenciales, y los usuarios deberían disponer de los tratamientos que garanticen la mayor autonomía posible con la última tecnología del mercado.
¿De qué forma entendéis que un congreso como COFANIP puede ser útil para la mejora de la protetización?
Consideramos que el congreso COFANIP debe exponer tanto a los responsables de la prestación como a la opinión pública las necesidades reales de las personas que sufren algún tipo de amputación o malformación congénita en primera persona. Por ejemplo, mostrar cómo va a mejorar el futuro de un niño que tiene acceso a la última tecnología en su protetización desde la primera infancia ya que, por un lado así conseguirá sacar el máximo partido a su prótesis, y por otro lado, cambiará su calidad de vida, su inclusión social y laboral.
Para conseguir el mejor tratamiento en cada caso, hay que hacer entender a la administración la importancia de su completa financiación, y en especial para casos complejos como por ejemplo las agenesias, tal y como se venía haciendo con anterioridad.
Es vital que el congreso tenga una gran repercusión pública y que llegue a los principales responsables de la prestación, que les haga ver el lado más humano de la Ortopedia, las necesidades y las oportunidades de sus usuarios.