Las principales dificultades a las que te enfrentas en el proceso de protetización

Entrevista a Laura Jimeno. Madre de niña usuaria de prótesis de miembro superior.

Comenta brevemente cuáles son las principales dificultades a las que te enfrentas en el proceso de protetización.

1. Distancia con el ortopeda. Vivo en Guadalajara y el ortopeda que hemos escogido está en Mataró. A pesar de que la ortopedia hace todo lo posible por facilitarnos el proceso de elaboración de la prótesis, a veces las cosas se complican. La ortopedia ha buscado siempre estar cerca de todo el mundo y abrió una consulta en Madrid, pero aún así, ir allí supone tener que pedir la mañana de permiso. Muchas veces, hacer el encaje a la primera resulta complicado y hay que hacer varios intentos y probar hasta dar con el correcto. Desplazarse hasta la ortopedia varios días conlleva tener que faltar al trabajo varios días. 

2. Falta de endoso de gastos en nuestra comunidad autónoma: Nosotros vivimos en Castilla- La Mancha y, a diferencia de otras comunidades, somos los pacientes los que tenemos que pagar la prótesis y luego esperar a que la Administración nos devuelva el dinero. Hablamos de cantidades nada despreciables, unos 5000 euros si hablamos de cambio de encaje y unos 20.000- 30.000 si tenemos que cambiar la prótesis completa. Vivimos esta situación simplemente por vivir en una comunidad autónoma donde es así. Familias como la nuestra que viven a 30 kilómetros de nuestra casa no tienen este problema por pertenecer a una comunidad autónoma diferente. En Madrid, por ejemplo, la Administración paga directamente a la ortopedia sin que el paciente se tenga que hacer cargo de los gastos. 

¿De qué forma entendéis que un congreso como COFANIP puede ser útil para la mejora de la protetización y atención a los usuarios de extremidades diferentes?

Dando a conocer los problemas a los que las familias nos enfrentamos: asimilar la agenesia o amputación de nuestro hijo desde el momento en el que ocurre, gestión de las emociones (aceptación de la discapacidad y relación con el entorno), encontrar una ortopedia que sea especialista en amputaciones y a la que podamos asistir fácilmente, y falta de endoso en algunas comunidades…

Permitiendo a los profesionales del sector (tanto médicos como ortopedas) conocerse y ponerse en contacto. Quizá así puedan surgir nuevos equipos de trabajo o nuevas líneas de investigación. En cualquier caso, es una oportunidad para ellos para compartir conocimiento y conocer de primera mano cuáles son nuestras dificultades.

Permitiendo a las familias ahondar en conocimiento sobre nuestra situación (escuchar a médicos, fisioterapeutas, ortopedas, psicólogos, otras familias… ). Formarnos y educarnos en la situación que vivimos siempre es positivo. Escuchar a profesionales y a otras familias nos ayuda a tener más confianza en que estamos haciendo lo correcto. Conocer a otras familias nos aporta sentimiento de pertenencia a grupo y nos hace más llevadera la situación, sobre todo, los primeros años de vida de nuestros hijos o los primeros años que nos enfrentamos a la amputación, en el caso de no ser congénita.